Algunas enfermedades transmitidas por insectos
“La mayoría de las infecciones febriles graves que contrae el hombre se deben a microbios transmitidos por insectos”. Mucha gente suele utilizar el término insecto para nombrar no solo a los insectos propiamente dichos seres invertebrados de seis patas, como las moscas, las pulgas, los mosquitos, los piojos y los escarabajos, sino para referirse a criaturas de ocho patas, tales como las garrapatas y demás ácaros. Los científicos engloban a todos estos animales en una categoría más amplia: los artrópodos, una de las clasificacio- nes más numerosas del reino animal, que comprende al menos un millón de especies conocidas.
Casi todos los insectos son inofensivos para el ser humano, y algunos son muy beneficiosos. Sin ellos no se polinizarían multitud de flores ni producirían fruto una gran cantidad de plantas y árboles, de los que se alimentan el hombre y otros seres vivos. Algunos insectos ayudan a reciclar los desperdicios. Muchos comen exclusivamente vegetación, mientras que otros son insectívoros.
Claro está, hay insectos que molestan tanto a los animales como a las personas, ya sea por sus dolorosas picaduras o simplemente por su gran número. Algunos también destruyen los cultivos o, lo que es peor, propagan enfermedades y muerte. “Desde el siglo XVII hasta principios del siglo XX enfermaron y murieron más personas [debido a infecciones transmitidas por picaduras] que por todas las demás causas juntas”, señala Duane Gubler, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, de Estados Unidos.
En la actualidad, aproximadamente 1 persona de cada 6 padece una infección contraída por dicho medio. Además del sufrimiento que infligen, tales enfermedades contagiosas constituyen una pesada carga económica, sobre todo para los países en vías de desarrollo, que son los que menos medios tienen para soportarla. Un solo brote de enfermedad puede resultar muy caro. Por ejemplo, en 1994, un incidente de este tipo ocurrido en el oeste de la India les costó a aquel país y a la economía mundial miles de millones de dólares. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las naciones más pobres de la Tierra no podrán crecer en sentido económico hasta que dichos problemas de salud se hallen bajo control.
Cómo nos transmiten las enfermedades
Los insectos actúan como vectores, o portadores de microorganismos, principalmente de dos formas. La primera es por transmisión mecánica. Igual que introducimos suciedad en nuestra casa si entramos con los zapatos sucios, “las moscas domésticas a veces llevan en sus patas millones de gérmenes que, en cantidades suficientemente elevadas, ocasionan enfermedades”. Las moscas pueden portar, por ejemplo, partículas contaminantes que se hallan en el excremento y depositarlas en los alimentos y la bebida en los que se posan. De esta forma, los seres humanos contraen enfermedades tan debilitantes y letales como el tifus, la disentería o hasta el cólera. Las moscas también contribuyen a la propagación del tracoma, principal causa de ceguera en el mundo. Esta enfermedad, que aflige a unos quinientos millones de personas, ocasiona la cicatrización de la córnea capa transparente que cubre el iris, con la consiguiente pérdida de la visión.
Parece ser que las cucarachas las cuales medran en la suciedad, también actúan como vectores mecánicos en la transmisión de enfermedades. Además, los especialistas relacionan el considerable aumento de los casos de asma, sobre todo entre los niños, con una alergia a estos insectos. Pongamos por caso a Ashley, una chica de 15 años que ha pasado innumerables noches luchando por respirar por culpa del asma. Cuando la doctora que la atiende se dispone a auscultarle los pulmones, una cucaracha sale de su camisa y echa a correr por la camilla.
Los gérmenes que llevan dentro
Cuando los insectos y los ácaros hospedan en su organismo algún virus, bacteria o parásito, pueden propagar enfermedades por un segundo medio: sus picaduras. Sin embargo, solo un pequeño porcentaje de insectos infectan de esta forma al ser humano. Para ilustrarlo: de las miles de especies de mosquitos que existen, solo las del género Anopheles son portadoras del paludismo, la segunda enfermedad infecciosa de mayor mortandad del mundo (la tuberculosis ocupa el primer lugar).
Con todo, los mosquitos son vectores de muchas otras dolencias. La OMS informa: “De todos los insectos que transmiten enfermedades, los mosquitos representan la mayor amenaza […] al propagar el paludismo, el dengue y la fiebre amarilla, que juntos son responsables de varios millones de defunciones y de cientos de millones de casos cada año”. Al menos el 40% de la población mundial corre el riesgo de contraer el paludismo, y otro 40% el dengue. En algunos lugares pueden contraerse ambas infecciones.
Desde luego, los mosquitos no son los únicos insectos que portan gérmenes. La mosca tsetsé inocula el protozoo causante de la enfermedad del sueño, que afecta a cientos de miles de personas y obliga a comunidades enteras a abandonar sus fértiles campos. La mosca negra contagia el parásito al que se debe la ceguera de los ríos, que ha privado del sentido de la vista a unos cuatrocientos mil africanos. La mosca de la arena es a veces portadora del protozoo culpable de la leishmaniasis, nombre que agrupa varias afecciones que incapacitan, desfiguran y a menudo matan a quienes las padecen; hoy día, la leishmaniasis afecta a millones de personas de todas las edades. La omnipresente pulga puede ser transmisora de la tenia y de infecciones que provocan encefalitis. También contagia la tularemia o hasta la peste, la cual suele relacionarse con la peste negra que durante la Edad Media acabó, en solo seis años, con un tercio o más de la población europea.
Por otro lado, los piojos y algunos ácaros, como por ejemplo las garrapatas, pueden causar varias clases de tifus, entre otras afecciones. Las garrapatas de las zonas templadas del planeta provocan una dolencia, a veces debilitante, denominada enfermedad de Lyme, que es la infección transmitida por vectores más común de Estados Unidos y Europa. Un estudio realizado en Suecia reveló que los pájaros migratorios llegan a transportar las garrapatas a miles de kilómetros de distancia, llevando a otras regiones las enfermedades que estos organismos portan. “Las garrapatas transmiten al ser humano más enfermedades que cualquier otro artrópodo, con la excepción del mosquito.” De hecho, una sola garrapata puede hospedar hasta tres clases diferentes de gérmenes e inocular los tres a la vez.