Nace el primer bebé ser humano “clon”.
El primer ser humano clonado concebido con material genético de su madre es una niña que nació por cesárea, anunció hoy un portavoz de la empresa Clonaid, vinculada al culto de “Los Raelianos”.
La presidenta de Clonaid, Brigitte Boisselier, informó en una conferencia de prensa cerca de Miami (Florida, EEUU) que la niña nació el jueves 26 de diciembre, a las 16.55 GMT, en un lugar que no especificó y pesó 3,2 kilogramos. La madre de la bebé es de nacionalidad estadounidense y tiene 31 años de edad.
Boisselier explicó que la niña se encuentra en excelente estado de salud y que un grupo de científicos independientes confirmará la veracidad de la información dentro de una semana.
El comunicado de Clonaid, que tiene previsto abrir clínicas en todo el mundo, se produjo en una multitudinaria rueda de prensa en un hotel de la localidad de Hollywood, situada en las afueras de Miami (Florida). Mientras tanto se anunció otro nacimiento para los primeros días del 2003: “Puede que el segundo bebe sea más accesible a los científicos -auguró Boisselier-, porque nacerá en el norte de Europa y en un país menos delicado” (refiriéndose a la reacción en los Estados Unidos luego de conocerse la llegada de Eva, que motivó una investigación de la Administración Federal en Alimentos y Medicamentos (FDA, según sus siglas en inglés).
Clonaid es una empresa de biotecnología vinculada a “Los Raelianos”, un culto fundado por Claude Vorilhon, un francés conocido por sus seguidores como Rael, que tiene su sede en Québec (Canadá), y que asegura contar con 50.000 seguidores en todo el mundo. Los raelianos creen que los seres humanos fueron creados con ADN (ácido desoxirribonucleico) donado por una raza extraterrestre hace más de 25.000 años.
Acerca de la autenticidad del procedimiento, el periodista Michael Guillen, editor de la sección científica de una cadena de TV, dijo que publicaría próximamente los resultados de las pruebas realizadas sobre el ADN de la madre y de la hija. Sin embargo, las pruebas de ADN realizadas a la beba por Michael Guillen, ex profesor de matemática de Harvard y actual editor de ciencia de la cadena norteamericana de televisión ABC, podrían no ser suficientes para la comunidad científica.
Se duda, por ejemplo, de que Clonaid tenga los suficientes recursos tecnológicos para poder desarrollar la clonación, dado que es una empresa que nunca ha experimentado en animales la técnica de la clonación. Clonaid jamás ha publicado sus investigaciones en revistas científicas y sus movimientos parecen sustentados en una lógica más marketinera que científica.
De ahí que buena parte de la comunidad científica internacional y local se haya expresado más que con duda con desconfianza hacia los dichos de Boisselier.
“Basándome en los datos que presentaron (ninguno), tengo serias dudas de que hayan logrado lo que anuncian”, comentó al diario La Nación (Argentina) el doctor José Cibelli, vicedirector de Advanced Cell Technology, que en noviembre de 2001 anunció haber conseguido clonar un embrión humano de hasta ocho células.
Para Lino Barañao, investigador del Conicet y especialista en embriología animal, “hay serias dudas de que lo hayan logrado, ya que por ejemplo todavía no se ha podido obtener clones de primates a partir de células adultas. Además, hay serias dudas de que una experiencia limitada como ésta haya tenido éxito”.
Expertos en clonación humana de EEUU, Europa y Japón expresaron su oposición a la clonación humana por los peligros que encierra
La Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos comenzó el 2 de enero en Washington una reunión sobre la clonación, en la que se pretenden sentar las bases para una moratoria a la clonación humana, a la que se opone la mayoría de la comunidad científica. Rudolph Jaenisch, Ian Wilmut, Alan Colman, Peter Farin y Ryuzo Yanagimachi, todos ellos expertos en las facetas bioquímica y veterinaria de la clonación animal, han declarado su oposición a la clonación humana porque puede reproducir los defectos observados en animales.
En el mismo encuentro, el investigador italiano Severino Antinori anunció sus planes para clonar a una persona. Antinori, profesor de fisiopatología de la Universidad de Roma trabaja en colaboración con el científico estadounidense Panos Zavos, de Kentucky- manifestó que tiene previsto proporcionar a los miembros de la Academia información más detallada sobre su proyecto de clonación humana, señaló a la prensa que “si no se permite la clonación, será como volver a la Edad Media”. Entre los argumentos emocionales que esgrimió Antinori se encuentra el de permitir que padres, que han perdido a un hijo, engendren otro con 99 por ciento de las características del anterior, aunque muchos científicos ya han advertido que, pese a la clonación, una persona nunca será igual a otra.
Alan Colman, director del instituto “PPL-Therapeutics” que es una pequeña empresa de biotecnología de Edimburgo (Escocia) dedicada a la clonación animal, señaló que la escasa supervivencia de los animales clonados y los defectos que presentaron en su nacimiento, desaconsejan la clonación humana. Eexplicó que la media de supervivencia va desde 1,1 año hasta 10,6 años en el caso de las vacas clonadas, y de 1,3 a 3,7 años en las cabras. Anomalías en la placenta de los animales clonados, defectos en las células sanguíneas, enfermedades cardiacas y problemas pulmonares son algunos de los defectos detectados. “La clonación humana es ineficaz e insegura”, afirmó el director de PPl-Therapeutics, “porque puede producir cambios en los cromosomas y mutaciones somáticas”.
En Washington, la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos comenzó -junto con el nuevo año- una reunión sobre la clonación, en la que se pretenden sentar las bases para una moratoria a la clonación humana, a la que se opone la mayoría de la comunidad científica.
Los científicos consideran que las células embrionarias, que pueden ser utilizadas para hacer crecer el tejido y los órganos, podrían convertirse en prometedores instrumentos científicos para curar enfermedades degenerativas del sistema nervioso como el Alzheimer o el Parkinson, entre otras.
El debate de los científicos sobre la clonación tiene lugar una semana después de que la Cámara de Representantes de EEUU prohibiera la clonación humana, y antes de que el presidente George W. Bush adopte una decisión sobre las polémicas células embrionarias.
Por el momento, el abogado Bernard Siegel, demandó a la Justicia del Estado de Florida para que los padres de la supuesta beba clonada no retuvieran la tutela de la niña, alegando que está siendo explotada y que podría sufrir graves problemas genéticos.
Fuentes: Agencias EFE, Ansa, AFP
Los miedos de la clonación
Los razonables temores que provoca la yuxtaposición de las dos palabras, clon humano, son la causa de algunas objeciones incoherentes e inciertas empleadas por ciertos medios de comunicación para estar en contra de la clonación reproductiva.
Por ejemplo, es falso que “para llegar a la oveja Dolly en 1997, muchas ovejas murieron durante la gestación del clon” (EL PAÍS, 29 de diciembre de 2002), puesto que aunque es cierto que sólo una oveja nació tras 277 intentos de clonación, también lo es que sólo 29 de estos 277 intentos se convirtieron realmente en embriones, y de estos 29, sólo uno consiguió implantarse y es el que dio lugar a la archifamosa oveja Dolly. En otras palabras, ni una sola oveja murió en el intento (ni tampoco nació ninguna con deformaciones); en todo caso se malograron células adultas –como las que se desprenden todos los días del cuerpo, algunos óvulos a los que se les extrajo el núcleo y unos pocos embriones primitivos.
Francamente, me desconcierta que para EL PAÍS este tipo de pérdidas celulares sea motivo para estar en contra de la clonación reproductiva (“Una técnica arriesgada y con un bajo índice de éxitos”, titula en su edición del día 28), cuando a la vez defiende la investigación con células madre embrionarias humanas y la clonación terapéutica.
Igualmente, me resulta chocante que EL PAÍS afirme con rotundidad que con la técnica de la clonación (transferencia nuclear) “El resultado más probable es conseguir abortos o niños con deformaciones condenados a morir temprano”. Esta aseveración es tan sensacionalista como falsa, puesto que ya vimos que “el resultado más probable es” que el experimento falle antes de que el óvulo clonado se convierta en embrión vivo. Pero lo que más me sorprende es que EL PAÍS de por cierto que la técnica de la clonación conlleva envejecimiento prematuro, no sólo porque no hay evidencia científica que lo demuestre (de hecho, parece ser que los últimos animales clonados viven más tiempo de lo normal), sino porque además esta objeción del envejecimiento celular no casa con la defensa que EL PAÍS hace en favor de la clonación con fines terapéuticos, pues sería contraproducente transplantar a un enfermo células genéticamente envejecidas.
Permítanme decirles que para estar en contra de la clonación de seres humanos no es necesario recurrir a tretas sensacionalistas e inciertas. Basta con tener en cuenta que la técnica de la clonación a partir de una célula adulta tiene sólo seis años de vida, por lo que antes de usarla con humanos, debemos comprender los efectos secundarios que puedan aparecer en animales clonados. La cautela debe regir la aplicación de esta técnica, al menos hasta que finalmente se pueda confirmar que se trata de una técnica fiable y segura. Lo que no quita que ya haya caraduras impresentables como la secta de los raelianos, a los que les importa poco la dignidad humana y mucho la pasta gansa que pueden sacar con todo este montaje, sea o no cierto.