Mal de Chagas: Un descubrimiento permitirá avances
Científicos podrían desarrollar un medicina contra el mal de Chagas. La enfermedad, que existe sólo en Sudamérica, es causada por el parásito llamado Trypanosoma cruzi y transmitida por insectos rastreros, afecta a entre 16 y 18 millones de personas, según cifras de la Organización Mundial de la Salud. (EFE) Un científico argentino y otro estadounidense identificaron peculiaridades proteínicas en el parásito que causa el mal de Chagas, en un descubrimiento que podría conducir al desarrollo de un medicamento para curarlo.
La enfermedad, que existe sólo en Sudamérica, es causada por un protozoario microscópico parásito llamado Trypanosoma cruzi y afecta a entre 16 y 18 millones de personas, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se transmite por la picadura de insectos del orden de los hemípteros (Hemiptera: Triatomidae, en Argentina principalmente Triatoma infestans). Se manifiesta principalmente a través de complicaciones cardíacas que causan la muerte de alrededor de un 30 por ciento de los infectados. Los científicos explicaron en un informe publicado en la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences” que el descubri-miento también sugiere que el parásito cuenta con un mecanismo especial para convertir la información genética en proteínas. Según Mariano Levin, del Instituto de Investigaciones de Ingeniería Genética y Biología Molecular de Buenos Aires, “esto podría conducir al descubrimiento o desarrollo de medicinas específicas contra el mecanismo esencial de la vida del parásito y que no afecten al organismo infectado”. El parásito que causa la enfermedad de Chagas tiene una estructura en forma de cuerno de unicornio en sus células que lo distingue de la que poseen otros organismos, en particular los seres humanos. Y ese componente podría ser el blanco sobre el cual apuntaría una futura droga. La estructura en cuestión corresponde a la del ribosoma del parásito del Chagas. Fue revelada ahora por dos investigadores argentinos, Mariano Levin y Maximiliano Juri Ayub, y otros dos científicos que trabajan en los Estados Unidos, Haixiao Gao y Joachim Frank. La difundieron en la revista Proceedings of the National Academy of Scien-ces de la semana pasada. El ribosoma es como una pequeña fábrica en las células que contiene el equipo necesario para interpretar el mensaje genético y traducirlo a proteínas. ¿Por qué fue interesante estudiar al ribosoma de los parásitos del Chagas? Como ese tipo de estructura helicoidal no está en el organismo humano donde los parásitos se alojan, los científicos tienen un nuevo blanco molecular hacia donde podría disparar algún fármaco sin afectar las células sanas de los pacientes. Ya había más de 15 blancos moleculares identificados en el parásito del Chagas, llamado Tripanosoma cruzi. En cambio, el nuevo blanco que se dio a conocer permitiría desarrollar una droga multiuso: podría ser útil para tratar tanto Chagas como otras dos enfermedades tropicales simultáneamente, la enfermedad del sueño y la Leishmaniasis, señaló Levin, investigador del Conicet y becario internacional del Instituto Médico Howard Hughes de EE.UU. Así se abre una puerta para enfermedades que hoy necesitan mejores soluciones terapéuticas. Para tratar la infección de Chagas (que afecta a 18 millones de personas en América latina), hay sólo dos drogas disponibles con muchos efectos colaterales. Para los casos de Leishmaniasis (una infección transmitida por un mosquito que es frecuente en Perú, Bolivia y Brasil), se usan drogas que fueron desarrolladas hace más de sesenta años y que no siempre funcionan porque hay casos de resistencia. El estudio que ahora se difunde surgió a partir de una conferencia que Levin fue a dar a los Estados Unidos, donde sugirió que debían concentrarse en la estructura del ribosoma del parásito del Chagas. Joachim Frank, quien ya había hecho estudios de ribosomas de otros organismos, escuchó la sugerencia de Levin y así decidieron estudiar juntos el ribosoma del parásito del Chagas. Usaron una técnica llamada criomicroscopía electrónica y pudieron observar 53.000 ribosomas de parásitos. De esta manera, tomaron “fotos” en distintas orientaciones y después hicieron como una reconstrucción tridimensional de los ribosomas. Como los parásitos del Chagas son parientes cercanos a los parásitos que provocan la enfermedad del sueño y la Leishmaniasis, los investigadores pueden inferir que la estructura del ribosoma que encontraron es común a los tres organismos. Para desarrollar el estudio, fueron subsidiados por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, la Universidad de Buenos Aires y la Organización Mundial de la Salud, entre otras instituciones.