¿Pueden oír los insectos, y como lo hacen?
Sí, la mayoría de los insectos pueden oír. Los insectos utilizan sonidos para comunicarse con otros insectos, y para navegar en su medio ambiente. Algunos incluso escuchan los sonidos de los depredadores, para evitar ser comidos. El sonido se produce por la vibración, y los insectos escuchan mediante la recopilación y la interpretación de las vibraciones de su entorno. Hay cuatro tipos de órganos auditivos de insectos.
La mayoría de los insectos auditivos tienen un par de órganos timpánicos . Piense en un tímpano, el gran tambor utilizado en la sección de percusión de una orquesta. Al igual que el tímpano, el órgano tympanal consiste en una membrana estirada sobre un bastidor, a través de una cavidad llena de aire. El órgano tympanal del insecto vibra, ya que atrapa las ondas sonoras en el aire. El insecto también tiene un receptor especial llamado el chordotonal, es el órgano, que detecta esta vibración del órgano tympanal, y traduce el sonido en un impulso nervioso. Los insectos que utilizan órganos timpánicos para oír incluyen : langostas, grillos , cigarras, y algunas mariposas y polillas .
Hay muchos insectos, que tienen un receptor en las antenas llamado el órgano de Johnston que recoge la información auditiva. Las células sensoriales en el pedicelo, que es el segundo segmento de la base de las antenas, detectan la vibración del segmento (s) anteriormente. Los mosquitos y las moscas de la fruta escuchan utilizando el órgano de Johnston.
Las larvas de lepidópteros y ortópteros utilizan pequeños pelos, llamados setas , para recoger las vibraciones del sonido. Las orugas suelen responder a este tipo de sonidos y exiben comportamientos defensivos. Algunos dejan de moverse por completo, mientras que otros pueden contraer sus músculos y formar una postura de lucha.
Una estructura en la boca de ciertas polillas halcón les permite oír los sonidos ultrasónicos, tales como los producidos por los murciélagos, llamado ecolocación. El pilifer labrum es parte de un órgano de la audición, para sentir la vibración en frecuencias específicas. Los científicos señalan un movimiento característico de la lengua de los insectos cuando se someten las polillas halcón a esos sonidos. En vuelo, estas polillas pueden evitar un bate tratando de pegarles al escuchar estas frecuencias.