La lucha contra la resistencia del mosquito a los insecticidas
La lucha contra la resistencia del mosquito a los insecticidas no tiene tregua.
El control de mosquitos que transmiten enfermedades humanas es un problema de salud global como su capacidad para resistir insecticidas ahora amenaza los esfuerzos para prevenir epidemias. Los científicos del CNRS, IRD, Université Claude Bernard Lyon 1, Universidad Joseph Fourier de Grenoble y el Instituto Pasteur de la Guayana Francesa han identificado nuevos marcadores genéticos para la resistencia de los mosquitos a los insecticidas, lo que podría mejorar su detección en el campo.
La capacidad de los mosquitos para resistir insecticidas representa una grave amenaza para la prevención de enfermedades como la malaria, el dengue y la chikungunya. La detección y vigilancia de las resistencias desarrolladas por las poblaciones de mosquitos naturales serán esenciales para permitir su gestión en el campo durante el tiempo que no hay alternativas al uso de insecticidas.
Algunos de estos mecanismos de resistencia siguen siendo poco conocidos.Por ejemplo, los factores genéticos de la resistencia metabólica de los mosquitos, vinculado a la biodegradación de insecticidas por enzimas de desintoxicación, son aún poco conocidos. Los científicos utilizaron un enfoque novedoso que implica la secuenciación masiva de ADN para identificar las bases genéticas de esta resistencia en el Aedes aegypti, un primo cercano del mosquito tigre y el vector de la fiebre del dengue y la chikungunya en las regiones tropicales. De hecho, en lugar de la secuenciación de todo el genoma del mosquito – un proceso costoso y laborioso – los científicos utilizaron técnicas bioinformáticas para apuntar más de 760 genes potencialmente implicados en resistencia a los insecticidas. Después de analizar estos genes mediante secuenciación de muy alto rendimiento, el equipo determinó que un aumento en la actividad de enzimas de desintoxicación en mosquitos resistentes a menudo se desencadena por un aumento en el número de copias de genes que codifican para estas enzimas. También fueron capaces de demostrar que las mutaciones que afectan a estas enzimas podría aumentar la biodegradación de insecticidas en los mosquitos resistentes.
Los investigadores también observaron que los biomarcadores de resistencia parecen estar poco conservados en algunos continentes. Estos hallazgos sugieren que entre el gran grupo de enzimas de desintoxicación adquiridos por los mosquitos durante su evolución (a veces más de 200 genes), algunos son re-utilizados por estos insectos para resistir insecticidas químicos, dependiendo del flujo de genes entre poblaciones, su historia evolutiva, la aparición de mutaciones, así como los cambios ambientales, tales como el uso de pesticidas en la agricultura.
Estos hallazgos representan un gran paso adelante en nuestra comprensión de los mecanismos genéticos desarrollados por los mosquitos para adaptarse a los insecticidas, y proporcionar nuevas oportunidades para detectarlos en una etapa temprana (por ejemplo, el uso de pruebas moleculares). Esto mejorará su control sobre el terreno, y hacer posible adaptar los tratamientos a diferentes fenómenos de resistencia.
Este trabajo también permitió a los científicos iniciar un consorcio que participa en más de 40 países y diez instituciones, con el fin de elaborar el primer mapa global de los mecanismos de resistencia del mosquito a los insecticidas. Esta iniciativa clave ya ha recibido el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).