La Golondrina
Características
Existen setenta y cuatro especies cuya distribución geográfica abarca todo el mundo hasta las regiones polares. La Golondrina Común (Hirundo rustica) tiene las partes superiores negro azuladas con reflejos metálicos y con la frente castaño rojiza. Por debajo, tiene la garganta castaño rojizo, seguido de una franja pectoral negro azulada; las restantes partes inferiores son blancas teñidas de rojizo. Cola larga y muy bifurcada, con el par de rectrices centrales negras y el resto tienen una gran mancha blanca en las barbas internas.
Hábitat
Vive y nidifica en pueblos y ciudades, se debe prestar atención al lugar en donde anidan, ya que puede ser riesgoso para la salud del ser humano, se debe tener especial atención cuando anidan en respiraderos de cocinas o baños, huecos cercanos a cualquier ambiente de la casa, cajoneras de cortinas de enrollar, etc. De igual modo se la puede encontrar en huertos, praderas, campos de cereal, inmediaciones de los cursos fluviales, áreas rocosas, superficies abiertas en general, pero siempre próximos a núcleos habitados.
Enfermedades que transmiten
Las golondrinas (Hirundo rustica) son portadoras de ácaros (mejor conocidos como gorupos, como Carpoglyphus nidicolous, que habita en los nidos de las golondrinas y otras especies de gorupos pertenecientes a las superclases Pterolichoidea y Analgoidea que dañan las plumas y la piel de las golondrinas). Las golondrinas son también portadoras de bacterias, hongos y virus que pueden provocar enfermedades peligrosas. Muchas partículas y microorganismos suelen afectar a los mamíferos (incluyendo a los humanos) y generalmente son transmitidas por los mosquitos. Las enfermedades principales portadas por las golondrinas (y por otros pájaros migratorios) son la Fiebre del Oeste del Nilo, la Encefalitis Equina (Encefalitis de los caballos y otros mamíferos, como humanos, vacas, etc.), y muchas enfermedades bacterianas, como pseudomoniasis (causada por Pseudomonas aeruginosa) y salmonelosis (causada por Salmonela typhi), y enfermedades micóticas. Entre las enfermedades micóticas portadas por las golondrinas, la mayoría peligrosas para la vida de los seres humanos, está la histoplasmosis, una enfermedad pulmonar provocada por el hongo microscópico Hystoplasma capsulatum. Hystoplasma capsulatum crece en los intestinos y pulmones de las aves, murciélagos y otros mamíferos salvajes, todos los cuales expulsan las esporas de Hystoplasma en sus excrementos.
Costumbres
Es una especie totalmente integrada en los medios urbanos y rurales, donde cohabita con personas, animales y vehículos con total normalidad. Tiene una dieta estrictamente insectívora, que captura en vuelo. En el suelo se desplaza con dificultad, y con frecuencia ayudándose de las alas. Se posa erguida en cables, rocas, edificios, ramas secas, etc.
Nidificación
La Golondrina Común realiza entre 2 y 3 puestas por temporada. Cada año construye un nuevo nido en el interior de los edificios (inmuebles abandonados, establos, viejas chimeneas, garajes, caseríos…). Éste tiene forma de taza abierta, y está construído por ambos sexos a base de barro endurecido mezclado con paja y fibras vegetales; la pareja tapiza el interior con plumas y hierbas. Las puestas se inician en mayo, y cada una consta de 3-6 huevos blancos manchados de pardo rojizo. La hembra incuba durante 15 días, periodo durante el cual es alimentada por el macho. La permanencia de los polluelos en el nido es de unas 3 semanas. Las jóvenes golondrinas comunes, ya emancipadas, permanecen en las cercanías de sus padres, pudiendo llegar a participar en las tareas de alimentación de las siguientes nidadas.
Movimientos migratorios
En la Argentina, la golondrina común se encuentra en el este de Formosa, Corrientes y Misiones hasta Buenos Aires y Córdoba y por el continente sudamericano hasta Venezuela en carácter migratorio. De esta forma, frecuenta campos abiertos, claros, zonas costeras y centros urbanos. El adulto es negro con brillo metalizado en su parte dorsal y pecho gris manchado con reflejos azules. Desde siempre su llegada a la ciudad de Buenos Aires se asocia con el inicio de la primavera. Al menos hasta ahora, aunque parece que todo ha empezado a cambiar, debido a un adelanto en las migraciones por el cambio del clima.